Este miércoles 15 de Junio celebramos nuestra ya tradicional cena de ‘final de curso’ en la terraza de la Parroquia de St Oleguer, en Barcelona.
Esta vez, no vamos nosotros a ‘su casa’ si no que son nuestros amigos los que se acercan a ‘nuestra casa’. Les podemos preparar una pequeña fiesta en su honor, mucha comida, refrescos y hasta música. Desi siempre prepara un pequeño repertorio en guitarra para la ocasión, y aunque está aprendiendo y no es como para un concierto oficial le pone tanto cariño e ilusión que ya lo esperamos con ganas.


Por una vez todos nos sentamos a la mesa, mezclados unos con otros, este año echamos de menos alguno de nuestros amigos de siempre pero en cambio también tuvimos alguna sorpresa como Carlos que hacía mucho tiempo que no veíamos y que está muy recuperado de salud y animado. A veces cuesta pero así es… unos aparecen, con otros perdemos el contacto, es todo muy libre y eso nos educa a entregar más gratuitamente, sin esperar tampoco que nos cuenten siempre en qué están y dónde están, si quieren allí estamos pero si desaparecen en algún momento aprendemos a respetar eso también.


Esta noche somos más iguales, se da una conversación más pausada, sin prisas, la comida nos la servimos unos a otros y el ambiente es de fiesta, alegría y agradecimiento por un vínculo que semana a semana nos hace más próximos, más ligados unos a otros. Nos despedimos con alguno que se marcha, con otros nos saludamos hasta el próximo miércoles, ya lo dicen que el roce hace el cariño y así va creciendo el roce y el cariño entre nosotros.